Interdependencia

Todos necesitamos de los demás para sobrevivir, desarrollarnos y mantener la salud emocional. Como seres sociales, estamos relacionados a otras formas de vida desde nuestro nacimiento y por el resto de nuestra vida. Ser conscientes de nuestra dependencia de otras formas de vida, nos arraiga al mundo. El aire que respiramos, el agua que bebemos y los alimentos que comemos son, todos ellos, productos de un sistema complejo de relaciones e interdependencia.

Vincularnos desde la interdependencia es fundamental si queremos disfrutar de relaciones sanas y mejorar nuestra calidad de vida. Una verdadera relación entre dos personas, significa que entre ellas hay comunión, entonces las implicaciones son enormes. Entonces no hay aislamiento; hay amor y no responsabilidad o deber.

La relación es realmente un proceso de revelación de uno mismo, es decir, un proceso de conocimiento propio y en esa revelación hay muchas cosas desagradables, pensamientos y actividades inquietantes, molestos. Como no me gusta lo que descubro, huyo de una relación que no es agradable hacia una relación que sea grata. La relación, por lo tanto, tiene muy poco sentido cuando sólo buscamos satisfacción mutua; pero se vuelve en extremo significativa cuando es un medio de revelación y conocimiento de uno mismo.

Para comprender la vida de relación es importante comprender primero lo que es, lo que realmente está ocurriendo en nuestra vida, en todas las diferentes formas sutiles y también lo que la relación significa en realidad. La relación es autorrevelación.

Ser es estar en relación. Sin relación no hay existencia.

“Sólo puede haber verdadera relación cuando hay amor, pero el amor no es la búsqueda de satisfacción. El amor existe tan sólo cuando hay olvido de uno mismo, cuando hay completa comunión, no entre uno o dos sino comunión con lo supremo; y eso sólo puede acontecer cuando se olvida el yo“. Krishnamurti